Cunit, una población Tarraconense de algo mas de 12,000 habitantes, ha sufrido estos días pasados uno de los capítulos mas negros, oscuros y tristes para la población en general española y para una mujer de origen marroquí específicamente.
Esta mujer, llegada hace años a la población, ha sido acosada, amenazada, insultada, marginada e incluso perseguida por el Iman de Cunit. El delito de esa mujer para los ojos de ese Iman, perseguidor de mujeres- cobarde y abyecto como los son todos los Imanes radicales-era que trabajara, que no necesitara de ningún hombre para su subsistencia diaria, que se relacionara con hombres españoles, que condujera su propio coche y no llevara el velo islámico puesto por la calle.
Esta mujer denunció a la Policia el acoso que estaba sufriendo y las amenazas a ella y a sus hijos. Y ahí entra la Alcaldesa de Cunit, naturalmente retro progre socialista, desamparando absolutamente a la mujer, incitándola a que retirara la denuncia contra el Imán, bajo el absurdo argumento de evitar situaciones conflictivas en la población.
Para esa golfa de Alcaldesa, llamada Judit Alberich, es mas importante no tener manifestaciones en su pueblo que detener y poner ante la Justicia a un delicuente vulgar, como ese Iman.
La entrevista que le han realizado en El País a la tal Judit no tiene desperdicio. En ella, en lugar de retractarse de su actuación frente a todas las Fátimas que pueblan nuestra piel de toro, mujeres que lo único que desean es trabajar y convivir en paz con sus vecinos y sacudirse el yugo opresor hacia las mujeres por la radicalidad islámica, se reafirma en sus decisiones.
¿esta es la progresía que pretende dar lecciones de avances sociales y defensa de los oprimidos? ¿Se imaginan que una actuación así, como la llevada a cabo por ese cobarde Imán, la hubiera realizado cualquier sacerdote católico, qué hubiera dicho la desvergonzada alcaldesa de Cunit?
¡¡Basta ya de mirar a otro lado con estos terroristas islámicos¡¡ España, Europa, el mundo occidental, tienen que sacudirse de su piel, el lenguaje políticamente correcto y comenzar a poner freno y a enfrentarse si fuera necesario, a estos tipejos radicales que de lo único que entienden es de violencia para imponer su religión.
No se trata de gente religiosa. Se trata de delincuentes, terroristas y como a cualquier delincuente, terrorista, hay que plantarles cara, detenerlos y dejarlos que se pudran en las cárceles europeas.
Desde España y Libertad, se ha organizado una campaña para dar a conocer este problema de islamización en España y en Europa. Sugiero a mis lectores que apoyen dicha campaña y la den a conocer entre todos sus amigos, contactos, para una mayor difusión del problema que tendremos en muy pocos años, si los ciudadanos europeos no actuamos y nos alejamos de complejos y de posiciones llamadas políticamente correctas.
