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QUE SOMOS LOS PEONES NEGROS

viernes, 25 de julio de 2008

¡¡NO ES LA ECONOMÍA, ESTÚPIDOS¡¡

Curioso e interesante artículo éste de GEES. Comparto lo que dice en una gran parte, aunque disiento en que el objetivo actual de ZP sea exclusivamente la ideologización de la población.
¿Por qué pienso así? Porque ZP representa el perfil mas clásico de la izquierda radical y sectaria desde primeros del XX. A ese tipo de izquierda jamás, jamás, jamas le ha interesado el bienestar social de la población ni los avances culturales de la misma.

Y es lógico. Cuanto mas desarrollado cultural y economicamente es un pueblo, mas alejado de los sectarios y radicalidadess de izquierda. Por la cultura adquiere una capacidad de análisis de situaciones y decisiones políticas capaz de acabar con ese tipo de régimen.
Con los avances económicos, el pueblo inevitablemente se hace mucho mas conservador porque el ciudadano adquiere algún tipo de propiedad y lo mas alejado de su deseo, es un Estado intervencionista y expoliador.

Ejemplos de lo que digo lo tenemos a lo ancho y largo del mundo. Desde el cercano y ya inexistente telón de acero con los países que lo componían hasta la Camboya de Pot Pol, la China de Mao o la Cuba de Castro.
Todos esos pueblos sometidos al izquierdismo mas radical, jamas avanzaron económica ni culturalmente como sí lo han hecho los paises occidentales con sistemas políticos neo liberales o social demócratas. Y los atrasos de esos pueblos han sido y son constatable por cualquiera que quiera verlo.

De ahí que si los españoles nos empobrecemos cultural y económicamente, no es que al gobierno ZP no le importe, es que estoy segura, es lo que busca. Porque es su razón de ser para poder seguir gobernando en el futuro. La izquierda se nutre de los parias de la tierra, de la desesperanza que les acompaña y de lo nada que tienen que perder. Con lo cual, esa población está dispuesta a creer los grandes slóganes demagógicos que acompañan a la izquierda radical para una vez en el gobierno, olvidarlos tan rápidamente como se hacen con el control del Estado.

No conozco de un país avanzado, rico, donde esa izquierda haya triunfado. Caso a parte España, que estando en el 2004 entre los 8 paises mas desarrollados del mundo (ahora hemos bajado al número 20) por su incultura democrática tradicional, se dejó engañar por unos slóganes y unos medios de comunicación muy dirigidos para culpabilizar a un gobierno de los atentados del 11-M. Que ahora mismo se haya podido demostrar, vía TS que aquello fue todo una mentira grandiosa, al pueblo no le importa, porque no tiene suficiente información.

Quien no sale en TV no existe y esos medios y cientos de otros, están todos BAJO control gubernamental o con intereses muy cercanos al mismo como para oponerse a la versión oficial que en su día se dio.

Ahora os dejo leyendo ese artículo que he visto y sumamente interesante.

"La derecha en el poder tiende a administrar, no a hacer política. Cuando gana las elecciones gestiona de manera eficiente. Por el contrario, la izquierda en el poder arruina los Estados y empobrece a los ciudadanos. Y sin embargo, como afirmó Zapatero el otro día, lo hace sin complejos.
La entrevista de ZP con Rajoy ha mostrado a un presidente orgulloso y soberbio que no piensa hacer nada en materia económica y a un jefe de la oposición sorprendido y defraudado, con un conjunto de medidas acertadas y correctas que nadie llevará a cabo.

La cosa se vuelve aún más difícil de entender cuando se observa que, mientras la izquierda se enorgullece de sí misma, el Partido Popular se avergüenza de su pasado y escapa obsesivamente de él. Éste colocó en ocho años a España en un lugar en el que el PSOE antes de 1996 ni hubiera imaginado y del que después de 2004 se ha despeñado en línea recta. ¿Por qué el PSOE, que arruinó España en los noventa y está a punto de hacerlo en el nuevo siglo, se enorgullece de sí mismo y desprecia tomar medidas económicas contra la crisis?

Ocurre que ambos usan un lenguaje distinto, pero el de la izquierda suena más alto y mejor. Porque el proyecto de Zapatero es cultural, moral e ideológico, no económico. Es decir, su interés –al contrario que el del PP– no está ni en garantizar las pensiones, ni en aumentar el ahorro en las familias españolas, ni tampoco en favorecer la creación de tejidos empresariales. No hay gestión ni administración. Su proyecto consiste en cambiar el sistema de valores de la sociedad española, desde la sexualidad hasta la enfermedad, desde las creencias religiosas hasta las políticas e institucionales.

Y en el juego de Zapatero, la economía juega un papel secundario. Por un lado, ha creado una red de intereses con lo que los marxistas clásicos llamaban el gran capital: grandes empresas, grupos de comunicación y grandes tiburones de las finanzas. El ministro Sebastián representa esta alianza dentro el Gobierno. Que esto sea contra-natura para la izquierda carece de sentido, pues ésta ha cambiado el intervencionismo de la economía por el intervencionismo de las conciencias.
Más allá de este carácter de confluencia entre la izquierda y el gran capital, la idea es que la economía acompañe lo mejor que se pueda el proyecto de reeducación social: si va bien, proporcionando los recursos, y si va mal, estorbando lo menos posible. De ahí el papel de Pedro Solbes, el perfecto analgésico para tratar de pasar de puntillas sobre lo accesorio –la economía– para centrarse en lo fundamental, una nueva conciencia moral para los españoles.

Parece claro que Zapatero no aborda los problemas económicos de los españoles, no porque sea incapaz, sino porque no le interesa; o mejor, es incapaz porque la economía le interesa muy poco. Sus discursos muestran una obsesión con cuestiones ideológicas alejadas de la vida real de los ciudadanos. Si estos tienen unas necesidades distintas, tratará de cambiarlas y amoldarlas a lo que a él le interesa. Por eso las continuas propuestas en materia moral y cultural no son una cortina de humo para esconder la crisis económica, como a veces se afirma. Son lo que realmente le interesa: la sociedad que resulte de la reeducación en los valores de la eutanasia, el aborto, la sexualidad compulsiva y los favores a las minorías soportará las crisis económicas sin mayores problemas. Controlando los corazones y las mentes controlará también sus bolsillos, y sin demasiados problemas.

Por esta razón la derecha española, que es gestora pero no política, se muestra sorprendida ante la inacción de Zapatero. Éste ha comprendido que el poder no lo da o lo mantiene la economía, sino que por encima de ésta están los principios y valores que son los que organizan jerárquicamente las necesidades de los ciudadanos. No es la economía, es la moral lo que está en el punto de mira de Zapatero. Y por tanto, o se opone un proyecto de principios y valores a lo que el PSOE propone, o se podrán ganar unas elecciones, pero se perderán las siguientes."

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